17.4.05

Enigma





"[...] The dead bell./ Somebody's done for."
Sylvia Plath, "Death & Co."


Se sienta en la tapa del inodoro, desde donde ve todo el panorama con la puerta abierta, y llora. Llora como una criatura que no sabe exactamente por qué llora, pero llora de todas formas. Llora con lágrimas de verdad, redondas, panzonas, saladas, aunque no podría precisar cuál es esa verdad que las hace brotar con calor. Llora y el cuerpo se encorva, si bien no hay cóndor que la haga enfrentar el piso. Llora y se tapa la cara con las manos; sin embargo, nadie la ve y no hay posibilidad alguna de que la vean, porque la habitación que la expulsa está vacía y repleta de cosas.

Llorando, se pone de pie y levanta algunos restos del piso. Es necesario que termine lo que empezó.

10.4.05

Dos ambientes





"[...] recién/ quizás/ recién entonces"
Oliverio Girondo, "Recién entonces"



Ayer entré, y estaba vacío. Las persianas, bajas.

Pensé en cuánto más chiquita me sentía en ese espacio deshabitado, suspendido, que es pura proyección y expectativa. Consideré las posibilidades. Paseé los escasos rincones. Subí las persianas.

(En los edificios vecinos, las pavas hervían, los libros dormían su sueño en las bibliotecas, las cortinas se esmeraban en ocultar cotidianeidades).

Observé largamente. Sudé. Después, volví a bajar las persianas.

(En este momento, los dos ambientes son potencia).

1.4.05

Lo que deparan los puentes






Para llegar hasta Rosalindo





Mientras espera para cruzar la ruta, que a esa altura viene convirtiéndose en avenida desde el puente, Rosalindo ve pasar el auto rojo. Lleva un mono en la cabeza, prendido al pelo azulado, y, contra el pecho, entre los brazos brillosos, infantiles, varios animales tallados en madera.

Del yacaré negro, amenazante, que cabe en la palma de una mano, se desprende un olor virgen que impregna el asiento trasero. Y el vivo recuerdo de una sonrisa ya resignada.