24.6.06

Miscelánea para hacer un flan





"Pour un peu de tendresse/Je changerais
de visage/Je changerais d'ivresse/
Je changerais de langage (...)".
Jacques Brel, "La tendresse" (1959)


I

Pour leur voyage de noces, ils partent en Bretagne avec leur cadeau de mariage: deux bicyclettes.
(De la cronología de Pierre y Marie Curie, según la página del Institut Curie. No sé bien cómo llegué ahí: buscaba una explicación de la electrólisis y la transmutación de los elementos que pudiera entender una humilde traductora comme moi, y no unas lágrimas repentinas e inexplicables que no pudiera contener la misma traductora).


II

I wouldn't take her to an execution,/ I wouldn't take her to a live sex show,/ I wouldn't piss or shit on her, would I,/ 'cos I love her so.
(De David Thomas Broughton. ¿Qué puede ser, más que una sublime canción de amor? Tal vez arriesgaría: la letra que no recuerda bien una obsesiva comme moi pero la melodía con la que asedia la misma obsesiva a sus compañeras de trabajo hasta el hartazgo).


III

Soñar con jugar al go con alguien; que, inmediatamente después de la confesión, alguien le proponga al soñador jugar todos los días.
(De Katsuhito Ishii. Una escena parecida a lo que siente una niña comme moi cuando tiene unas ganas irrefrenables de malcriar que le son misteriosamente correspondidas).

10.6.06

25





"Now I am a lake. A woman bends over me/
(...).
In me she has drowned a young girl,
and in me an old woman/Rises toward her

day after day, like a terrible fish".
Sylvia Plath, "Mirror" (1961)


Lloré de belleza. Por la carrera en dos planos, el paraguas azul, la dicha risueña de él y los ojos incrédulos pero amorosos de ella, porque entonces vino el piano y lloré aun más. Y, en secreto, porque el colectivo que se alejaba azul, también, me recordó con vividez todas las partidas. Y sus contrapartes.

Morían, minutos después, esas las lágrimas de belleza, y se arremolinaba bien adentro el nudo.

Lloré de incertidumbre. Lloré de un fin, un medio y un principio.

2.6.06

Sucesión





"[Y] luego y luego y luego y luego (...)".
Pablo Neruda, "Dónde estará la Guillermina?" (1958)


Recordé que anduve, empapada, casi rendida y con la idea arcana de extraviar el rumbo, por la costa bravísima de la isla. Como hoy, como otras veces antes, me sobrecogía entonces el silencio vasto de lo yermo, o alguna ínfima, reservada certeza de la frontera.

Ahora he venido a confirmar que el espacio es en realidad un devenir.