Fecha de entrega
"Inmediatamente, pues el Tiempo nada es (…)".
Macedonio Fernández, "Ley de asociación"
Cada vez que miro el almanaque, me parece mentira. “Me pedís el tiempo que no tengo”, me sorprendí escribiéndole a alguien hace unos días. De que el tiempo existe no cabe duda, y prueba de ello es el hecho de que se nos escurre: el tiempo es, pero no está (o está y se diluye a un tiempo). Parece mentira, pensé, quizás –muy probablemente– en voz alta, que sea enero (y así también ya se haya ido). De nuevo los planes, las expectativas, la estructura impecable de estantes por llenar, que al final, casi vacía, no dará sino pena. “Te habías puesto todos esos plazos”, me había recordado alguien más. Y esa siesta, días después, mientras miraba a la fuerza el ajetreo del café para escapar de la perdición, se me ocurrió que tal vez funcionara así, de a uno por vez: de a fragmentos.