16.3.05

Primeras impresiones





“[Se trata de] la ingeniería del detalle.
J. S., 15 de marzo de 2005



Me gusta que me sorprendan. Me gusta que me derrumben los prejuicios, así, sin más.

Me gusta ver a este tipo hablar con vehemencia, escupiendo, sudando, pasearse por la habitación insulsa, como si el cielorraso y las paredes se cerraran imperceptiblemente sobre él. Me gusta que me haga reír a carcajadas cuando nadie se ríe, y que me estampe esa mirada cómplice de tanto en tanto. Me gusta que se acomode los anteojos con marco de carey, que se afloje la corbata poco elegante (como todo él) y pasada de moda. Me gusta que se exceda en el verbo, en el tono, en la medida. Me gusta que gesticule, me gusta que se explaye, me gusta que divague; que argumente, teorice, justifique, descarte, ridiculice a gusto. Me gusta que no se resigne aun cuando le dicen, con toda seguridad, que no encontrará el baño de caballeros en el segundo piso.

Este tipo me gusta.

Me gusta sentirme su única espectadora.